Comprando calzado que no hagan daño.

La tendencia nos influye en todo, el lugar de vacaciones, la tv, la ropa… y claro, también en el calzado. Aun así ir guapa se puede transformar en un problema de salud.Uno de estos casos es el del calzado, que aunque haya un gran abanico de modelos, debemos elegir no solo los llamativos, sino además los cómodos. Algo bastante dañino, son los conocidos tacones altos (más allá de 4 cm).

Superada esta altura ya se da el riesgo de padecer males de rodilla y/o de espalda. Si escoges calzar zapatos realmente altos, resérvalos para eventos en los que no tengas que estar de pie o caminando. Otro detalle relevante es cuan anchos son los zapatos. No debería ser muy fino, para que el pie se halle confortable y no apretado. Si hacemos caso omiso de esta recomendación lo más plausible es que aparezcan callos y durezas.

Zapatos para caminar

Especialmente si necesitas caminar en exceso o estar muchas horas de pie, escoge un calzado ergonómico y fisiológico, contribuirá a minimizar el cansancio de los músculos de las piernas.Cuando vayas a comprar calzado para trotar o permanecer de pie, elígelo que sea adaptado a tal actividad, para asi evitar problemas musculares. Cuidado! No es lo mismo andar mucho que permanecer de pie inmóviles, cada actividad tiene un calzado diferente. Siempre fíjate en el material del que están fabricados los zapatos.
El plástico y el caucho, aunque livianos, no son lo mejor, pues no transpiran, provocando que los pies suden en exceso.Este tipo de zapato tiende a padecer de malos olores y encima la amortiguación es reducida, lo que significa una merma de la comodidad. A largo plazo la humedad podría acabar siendo un problema grave de salud, por ello siempre hay que huir del calzado que no permita la transpiración. Tus piernas agradecerán que observes estas recomendaciones.